Tuesday, June 12, 2007

Interesante cuenta regresiva

Como se ve en el panel derecho, faltan muy pocos días para mi casamiento.
Ayer pensaba en que este evento que se aproxima será crítico en mi vida. Digo crítico no por problemas, miedo o tristeza, sino por todo lo contrario. Estoy entusiasmado con este hecho, y me reconforta un montón saber que es la coronación de un proceso de noviazgo que tuvo su camino normal, que creció, aprendió, renunció, disfrutó y llegó a su meta. Una meta que, en sí, es un comienzo.
Pensaba también en todos los cambios que voy a experimentar. Seré jefe de hogar, y tendré a mi cargo la familia. Sí, junto con Betiana, pero en sí seré yo un CEO familiar junto con ella. Algún día seré padre, y estaré a cargo de mis hijos, de su bienestar, su educación, su felicidad. Voy a tener espacios íntimos nuevos, como ser una cama nueva, un baño nuevo, un lugar nuevo para estar, para descansar, para reflexionar. No tendré más mi cama, mi dormitorio, mi baño, mi laboratorio. O sea, seguiré teniendo esos espacios, pero serán nuevos, pues estarán en mi casa.
Extrañaré montones a mi hermana, los chistes que nos hacemos, las charlas que tenemos, sus sonidos, sus cosas. Lo mismo pasará con mi padre, el cual siempre fue tan especial por hacerse el inmutable afectivamente, pero que uno lo quiere un montón igual, y sé que lo mismo siente por nosotros. Extrañaré charlar con él (aunque sea poquito), sentarme a ver un rato de algún partido en la tele, o sus comentarios de las películas viejas buenísimas que ve en CineCanal Clásico.
Debe quedar en claro que tampoco me desprendo de ellos de manera definitiva y total, sino que analizo los cambios que operarán en mi vida. Ellos obviamente vendrán a mi casa, y yo así se los pediré. Vendrán de visita, a compartir, y volveremos a charlar y a estar juntos como en casa. Más espaciado en el tiempo, pero lo haremos.
Lo bueno de todo esto es que me siento bien por ir hacia adelante. Con nostalgia y esperanza a la vez. O sea, no me olvidaré de nada de lo vivido, ni me arrepentiré de nada de lo que soy hoy. Simplemente, me complementaré en mi persona al pasar a ser esposo, dueño de casa, y persona "civilmente independiente".
La pucha.

2 comments:

Maria said...

Hola sebas... me emocionó lo que escribiste, cuanta profundidad en la sencillez cotidiana no??
Un beso gigante

Meneldur said...

El día a día nos enseña tantas cosas. Simplemente hay que atender todo lo que ocurre a nuestro alrededor, y tomar con ojos interesados los eventos que nos rodean.