En un ratito

En sólo unas horas (a las 10) iré a casarme por civil.
Cambiaré mi estado ante la Ley de "soltero" a "casado".
Sigo tranquilo, aunque siento un algo en el estómago que me indica que estoy por dar un gran paso. Pavada de paso.
Lo importante es que estamos tranquilo, estamos serenos, esperanzados.
Qué cambios que se vienen.

Nudo

Estoy redactando los textos que leeremos en nuestro casamiento, el sábado 7.
Y noto que se me hace un nudo de lágrimas.
¿Será pasajero o ese día estaré igual de emocionado para leer?

Catching nostalgia

Anoche me fui a dormir y en los pocos minutos que duro hasta que me duermo, pensaba en la nostalgia.

Me está agarrando algo de nostalgia.

En once días, habré contraído matrimonio y me iré a vivir a mi casa. Formaré un nuevo hogar. Seré cabeza de familia. Armaré junto a mi mujer nuestro camino, nuestra línea de vida.

Estoy muy entusiasmado con todo eso, obviamente, más siendo que este casamiento es la coronación de un hermoso noviazgo y el comienzo de un proyecto en el que tenemos mucho empeño puesto y mucha esperanza.

Pero como todo proceso importante en la vida de una persona, para nacer de nuevo hay que morir. Y eso es lo que ocurrirá. Betiana y yo renunciaremos a nuestras vidas anteriores para comenzar una nueva vida juntos.

Y eso es lo que me da algo de nostalgia, lo cual es obvio. Distinto a lo que pasa en muchas ocasiones, yo no tengo ningún motivo como para huir de mi casa actual. Amo a mi familia, y disfruto de cada momento que vivo con ella (fuera de los líos comunes que nos ocurren a todos). Entonces pensaba que extrañaré a mi hermana, a mi padre, los sonidos de la mañana, la radio de mi viejo prendida mientras yo me cambio para salir a trabajar, el olor a la comida cuando entro, los saludos de mi hermana, los momentos que compartimos filosofando mientras comemos hamburguesas, los colores de mi habitación.

Hay sólo dos cosas que me permitirán enfrentar este cambio, esta muerte y resurrección: son el amor por Betiana y la esperanza que tenemos en formar un hogar similar, con esas mismas cosas chiquitas que harán a nuestros hijos y a nosotros mismos también amar nuestra familia.

Ayer fue mi despedida

Anoche me hicieron la despedida de soltero.
Esta vivencia es y fue todo un tema para mí. Desde siempre pensé que las despedidas de soltero son situaciones que deberían festejarse de una manera totalmente distinta. La idea general es tratar de desenfrenarse lo máximo posible y hacer cualquier cosa, dado que luego el novio se casará y no podrá hacerlo más.
Boludeces. Patrañas.
Primeramente, eso de enfiestarse porque es una despedida me parece de muy bajo calibre. Si la gente quiere hacer cualquier cosa con su vida, más allá de evaluar si está bien o está mal, que lo haga. Pero que no aproveche un casamiento como chivo expiatorio.
Por otro lado, esa idea de ridiculizar al máximo al futuro cónyuge es deleznable. Es común ver que las despedidas consisten en alquilar un travesti que le haga un servicio al novio, o llevar a la novia a un boliche de gays o strippers que se pongan totalmente desnudos y con su tubo erecto. De más está decir que varias de las amigas de la novia aprovechan para agarrar ese tubo, si no es que la misma novia no lo hace también.
En mi caso, tengo amigos muy buenos, y han pensado en Betiana y en mí para la despedida. Como es costumbre, no hay nada zarpado, la hacemos en conjunto y nos divertimos mucho con juegos de pareja, algún Sexonary y karaoke. Es muy bueno ser parte de un grupo así.
Igualmente, no he podido disfrutar al máximo mi despedida. ¿Qué me hicieron? Me vistieron de teletubbie (el violeta), hicimos algunos juegos y luego tuve que cantar en el karaoke. A pesar de llevar años puliendo mi personalidad, con más éxitos que fracasos, y siendo que he avanzado bastante, sigo sin poder controlar ese sentimiento del ridículo, que me paraliza y me hace desear al máximo eyectarme de la situación. Es lo que me pasó anoche. Para colmos, no sé si se magnificó por esto que digo o si la cosa fue realmente así, pero no me perdonaron una. Cualquier cosa que dijera, me reprochaban. ¡Uff! ¡Si hasta los chistes me rebotaron! Porque el mismo chiste hecho por otro diez minutos después era motivo de risa.
Qué se yo.
Nunca entenderé algunas convenciones sociales. O me llevará tiempo hacerlo. En el camino espero no perderme nada de manera irrecuperable, ni dañar a ninguna persona.

¡Qué delicia el Nutella!

Luego de años sin probarlo, volví a degustar el Nutella.
Desde la debacle del 2001 que comprar algo importado aquí es casi una utopía. Pensar que antes teníamos 1:1 al dólar y podíamos saborear al menos en manufacturas cómo se siente el primer mundo.
Hoy el Nutella cuesta $ 15, algo así como el 1.5% de un sueldo común. Es lógico, son unos USD 4.50.
Dura poco.
Es caro en pesos.
Pero cuánto lo vale... Tiene esa textura, ese sabor, esa delicadeza en el paladar.
Es irresistible.
Sólo es superado por el dulce de leche de Ferré.

No fue tanto, pero auch

Al final, no fue una masacre, pero quedaron marcas. Y no fue una cosa como para decir "¡qué lindo!"
Me tocó un enfermero. Algo seco, pero bien. En sí el pinchazo no me dolió, y me la banqué bastante bien. Tengo historia de ser algo problemático con la presión, pero en la extracción estuve bien. Sin embargo, a los cuatro minutos de tener presionado el algodón contra el pinchazo, me fijé a ver si ya había coagulado. No estaba listo y salió una gotita.
Suficiente para detonar la baja de presión.
Así que tuve que sentarme un ratito hasta que volviera la sangre al cerebro.
A Betiana le dolió un poco más. Ella es mujer, y las mujers se bancan muy bien las extracciones de sangre. Pero se quejó de dolor durante el día. A mí también me duele, aunque es más una molestia.
Prueba superada.

Mañana me hago el examen prenupcial

Examen prenupcial.
Mañan tengo que ir a un hospital público a desnudarme para ser chequeado en busca de enfermedades venéreas, y a que me saquen sangre para ver si tengo SIDA.
Me tiene un poco inquieto todo esto. Lo de ponerse en cueros es algo vergonzoso, puesto que hay que mostrar "todo", nada de mirar de lejos. Pero principalmente me tiene asustado el examen de sangre. Nunca fui adepto y ducho a las extracciones de sangre. Y los hospitales públicos no tienen un staff excelente en el tema. Por más de que saquen litros de sangre por día, la experiencia no quita lo perverso que tienen.

Muy mal consumo

En julio, nos iremos de viaje de bodas con Betiana. La idea es agarrar el auto e irnos a Concepción del Uruguay (en Entre Ríos) por unos tres o cuatro días.
El auto, sin embargo, está dando mal promedio de consumo de combustible. Normalmente, rinde unos 9.6 km/litro en la ciudad, y hasta 14 km/l en ruta. Pero ahora está en 8.38 km/l. Entiendo que estamos en invierno, y los motores fríos consumen más que los calientes.
¿Pero tanto?

Me sigue molestando la garganta

Hace casi dos semanas que terminé mi gripe virósica. Pero me sigue molestando la garganta.
Estos días han sido bastante problemáticos en toda la ciudad. Muchos conocidos han caído enfermos, con fiebre y malestar, y algunos hasta terminaron internados por observación.
Y pensar que los virus hasta está en duda si son seres vivos...

Interesante cuenta regresiva

Como se ve en el panel derecho, faltan muy pocos días para mi casamiento.
Ayer pensaba en que este evento que se aproxima será crítico en mi vida. Digo crítico no por problemas, miedo o tristeza, sino por todo lo contrario. Estoy entusiasmado con este hecho, y me reconforta un montón saber que es la coronación de un proceso de noviazgo que tuvo su camino normal, que creció, aprendió, renunció, disfrutó y llegó a su meta. Una meta que, en sí, es un comienzo.
Pensaba también en todos los cambios que voy a experimentar. Seré jefe de hogar, y tendré a mi cargo la familia. Sí, junto con Betiana, pero en sí seré yo un CEO familiar junto con ella. Algún día seré padre, y estaré a cargo de mis hijos, de su bienestar, su educación, su felicidad. Voy a tener espacios íntimos nuevos, como ser una cama nueva, un baño nuevo, un lugar nuevo para estar, para descansar, para reflexionar. No tendré más mi cama, mi dormitorio, mi baño, mi laboratorio. O sea, seguiré teniendo esos espacios, pero serán nuevos, pues estarán en mi casa.
Extrañaré montones a mi hermana, los chistes que nos hacemos, las charlas que tenemos, sus sonidos, sus cosas. Lo mismo pasará con mi padre, el cual siempre fue tan especial por hacerse el inmutable afectivamente, pero que uno lo quiere un montón igual, y sé que lo mismo siente por nosotros. Extrañaré charlar con él (aunque sea poquito), sentarme a ver un rato de algún partido en la tele, o sus comentarios de las películas viejas buenísimas que ve en CineCanal Clásico.
Debe quedar en claro que tampoco me desprendo de ellos de manera definitiva y total, sino que analizo los cambios que operarán en mi vida. Ellos obviamente vendrán a mi casa, y yo así se los pediré. Vendrán de visita, a compartir, y volveremos a charlar y a estar juntos como en casa. Más espaciado en el tiempo, pero lo haremos.
Lo bueno de todo esto es que me siento bien por ir hacia adelante. Con nostalgia y esperanza a la vez. O sea, no me olvidaré de nada de lo vivido, ni me arrepentiré de nada de lo que soy hoy. Simplemente, me complementaré en mi persona al pasar a ser esposo, dueño de casa, y persona "civilmente independiente".
La pucha.

Terminó la historia del volquete .... mal

En uno de mis posts anteriores, conté que el albañil y sus secuaces me habían hecho un trabajo mediocre, y que en compensación le cedí $10 de los $70 que costó el volquete que llevó los escombros.
Para mi sorpresa, me encontré con los $60 que había dejado para el pago. Aunque casi sin creerlo del todo, pensé que había acusado recibo y había pagado él mismo los $70. Como al volquete no lo dejan si no es previo pago completo del servicio, todo daba a entender que alguien le había pagado al camión para que lo dejara.
Soy un iluso.
Me llamaron de la empresa de volquetes para preguntarme cómo haríamos para que pague los $70 que habían quedado pendientes. Me despistó que hayan dejado y luego llevado el volquete. Pasó que me tomaron como alguien "honesto" y me dejaron igual el volquete a pesar de que no lo habían pagado.
Me queda, nomás, saber que a este albañil no debo llamarlo más.

El aborto es un asesinato. Y punto.

Con esto del aborto me tienen realmente podrido.
Este país esnob, paupérrimo y carente de ideas, se dedica a copiar lo que está de moda, aunque no lo bueno, sino generalmente lo malo o lo inútil. El aborto es una moda que la gente parece quiere adoptar, y justamente es una de las peores.
Como esto que dicen las mujeres de esta ciudad, Córdoba y Buenos Aires. Es de notar que a las tradicionales causales comunes como son el riesgo de la vida de la madre y la violación, se le agrega una más: malformaciones congénitas. O sea, el método espartano de eliminación de fallados.
Genial.
Muy pocos parecen captar la idea de que hay que ponerla menos, y al ponerla, hacerlo de manera responsable y fiel. Muchos y muchas quieren vivir de juerga, encamándose a la primera oportunidad que aparezca. Y el embarazo es una molestia, algo que viene a estorbar esta coronación excelente a una noche de boliche, fernet, pastillas y pelotudez. No, es muy molesto andar con preservativos encima, sacan la sensibilidad, jode interrumpir el momento para ponerse la gomita. Las pastillas anticonceptivas son fácilmente olvidables, y generan ciertos efectillos, aunque nadie quiera decir que así es.
La cosa acá es muy corta: esto se fomenta del gobierno porque ahorrará dinero. Pero la gente es tan pero tan imbécil que se cree el discursito de la salud y la igualdad de género. Es lo mismo que el cigarrillo. Los abortos de contrabando generan pérdida al gobierno porque la salud pública tiene que atender a las "desesperadas" que fueron a manos de un asesino y con agujas sucias les cortó en pedacitos el bebé que tenían adentro.
Pero no. Están emperrados muchos en pensar en la boludez de la "igualdad de género", creyendo en que ésta se logra autorizando el aborto a mansalva, matando miles de vidas simplemente para poder coger sin molestias. Lamentablemente, la igualdad de género se consigue en el trabajo, en la política, en las instituciones, aportando hombre y mujer cada uno sus características específicas en los campos donde haga falta. Esto ya es un tema aparte.
El ministro de salud es uno de los bastardos que impulsa esto con gran ahínco. Por aquí suena mucho una diputada, Silvia Augsburger, como abanderada local de las muertes. Flor de guacha debe ser. Me pregunto si será madre, pues parecería que no, y si lo es, plantea una vergüenza a sus hijos y a la naturaleza. Rubén Giustiniani es otro impulsor. Y tiene tres hijos...
En fin.
La cosa está pesada, ya que hay muchos "progres" que se creen esta podredumbre del aborto legal. Mientras tanto, la gente quiere muuucho sexo. Y nada de molestias.