Monday, June 25, 2007

Ayer fue mi despedida

Anoche me hicieron la despedida de soltero.
Esta vivencia es y fue todo un tema para mí. Desde siempre pensé que las despedidas de soltero son situaciones que deberían festejarse de una manera totalmente distinta. La idea general es tratar de desenfrenarse lo máximo posible y hacer cualquier cosa, dado que luego el novio se casará y no podrá hacerlo más.
Boludeces. Patrañas.
Primeramente, eso de enfiestarse porque es una despedida me parece de muy bajo calibre. Si la gente quiere hacer cualquier cosa con su vida, más allá de evaluar si está bien o está mal, que lo haga. Pero que no aproveche un casamiento como chivo expiatorio.
Por otro lado, esa idea de ridiculizar al máximo al futuro cónyuge es deleznable. Es común ver que las despedidas consisten en alquilar un travesti que le haga un servicio al novio, o llevar a la novia a un boliche de gays o strippers que se pongan totalmente desnudos y con su tubo erecto. De más está decir que varias de las amigas de la novia aprovechan para agarrar ese tubo, si no es que la misma novia no lo hace también.
En mi caso, tengo amigos muy buenos, y han pensado en Betiana y en mí para la despedida. Como es costumbre, no hay nada zarpado, la hacemos en conjunto y nos divertimos mucho con juegos de pareja, algún Sexonary y karaoke. Es muy bueno ser parte de un grupo así.
Igualmente, no he podido disfrutar al máximo mi despedida. ¿Qué me hicieron? Me vistieron de teletubbie (el violeta), hicimos algunos juegos y luego tuve que cantar en el karaoke. A pesar de llevar años puliendo mi personalidad, con más éxitos que fracasos, y siendo que he avanzado bastante, sigo sin poder controlar ese sentimiento del ridículo, que me paraliza y me hace desear al máximo eyectarme de la situación. Es lo que me pasó anoche. Para colmos, no sé si se magnificó por esto que digo o si la cosa fue realmente así, pero no me perdonaron una. Cualquier cosa que dijera, me reprochaban. ¡Uff! ¡Si hasta los chistes me rebotaron! Porque el mismo chiste hecho por otro diez minutos después era motivo de risa.
Qué se yo.
Nunca entenderé algunas convenciones sociales. O me llevará tiempo hacerlo. En el camino espero no perderme nada de manera irrecuperable, ni dañar a ninguna persona.

2 comments:

Anonymous said...

Coincido 100% con vos en este tema...
Mi despedida fue menos traumática que la tuya (por eso de querer eyectarte) ... a mi mis amigos me hicieron un terrible y espectacular asado fuera de serie y de todos los estándares conocidos ... lo notable es que después de casi 9 años de eso nos seguimos despidiendo, ahora no tenemos muy en claro de que, cada 15 dias ... jajaja
Felicidades a la pareja ... y ánimo que es un hermoso cambio de vida !!!!!
Pablo

Meneldur said...

Muy interesante modalidad esa, che. Igualmente, no estoy triste ni decepcionado por mi despedida. Al contrario, agradezco a mis amigos lo que prepararon, los juegos que armaron y el intentar que no sea algo feo para mí. Yo en sí soy de exagerar un poco las vivencias. Igualmente, las despedidas no son santos de mi devoción. Prefiero ir a morfar por ahí con los amigos.