
Nuevo, empaquetado, impecable. Pichó.
Esta es la electrónica de mierda que se fabrica en Argentina y la cual será la única conseguible gracias a la Ley maldita que pretende sacar la yegua, poniendo más impuestos y trabando la importación de electrónica de calidad.
Mi televisor es Hitachi. Es el de mejor precio entre los Full HD sin caer en marcas desconocidas o de segunda. Claro que hubiera preferido un Panasonic, un Sony, un Samsung, al menos un Philips o LG, pero todos son más caros que este, Hitachi CDH-L42S02.
Hoy dio una falla específica: se apagó por completo y quedó titilando la luz de encendido. Casi seguro es la fuente, típica falla esperable de electrónica armada con capacitores chinos de cuarta. Seguramente, el panel de LCD y la lógica que lo maneja sean importados, pero la electrónica accesoria (la fuente) deben ser armadas aquí.
Ahora, a luchar con el servicio (inexistente) postventa. El único service que atiende mi garantía no contesta, mientras que el website de la empresa tiene un error y no muestra la lista de services oficiales actual de mi ciudad.
Brillante.

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